El jardín zen
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¿Escuchas algo? ¿Estás segura? Presta atención… Nada. En nuestro jardín zen, no oirás más que el canto de los pájaros, el viento entre las hojas, y el chapoteo del agua. Se trata del rincón ideal para dedicarse tiempo a una misma. ¿Has oído hablar de los masajes Kobido? Ponte a la sombra de ese árbol, respira profundamente y…Omm. Déjate llevar.
¿Ha dicho Kobido?
Kobido es una técnica de masaje japonesa de la parte superior del cuerpo que tonifica y flexibiliza los músculos a la vez que purifica la piel. Es un tratamiento antiedad casi natural si se practica de forma regular. No se trata de un milagro sino de una técnica ancestral. Pruébala.
¿De dónde viene el masaje Kobido?
Nacido en japón en 1472, está basado en el Amma, el masaje facial oriental más antiguo del que tenemos documentación. En sus orígenes, se hacía exclusivamente a geishas y emperatrices, y poco a poco, la cultura popular se apoderó de este secreto de belleza tan celosamente guardado. Kobido significa precisamente, “antiguo camino de la belleza”.  Una de sus virtudes consiste en estimular la circulación de rostro y cuello, que ayuda al bienestar integral de todo el cuerpo. Al liberar las tensiones musculares, ralentiza la aparición de signos de envejecimiento.
Realizar un atomasaje Kobido
Comienza por exfoliar el rostro para realizar su automasaje sobre una piel lisa y limpia. Puedes utilizar la Firming Massage Mask de Shiseido, que elimina eficazmente las impurezas al tiempo que mantiene la hidratación esencial de la piel.
A continuación, palpa delicadamente las diferentes zonas del rostro para liberarlas de estrés: la frente, las mejillas, el mentón, las aletas de la nariz... Recuerda que es un momento de relajación, tómate tu tiempo y no dudes en cerrar los ojos y respirar profundamente.
Ahora que tu rostro está totalmente relajado, puedes trabajar sobre las zonas más sensibles. Estimúlalas durante dos o tres minutos, empezando por la parte superior de la cabeza hasta llegar a la base del cuello.
Los puntos más sensibles son en general, el centro de la frente, la reducida zona entre las dos cejas, la parte inferior de la nariz, alrededor de la boca, y bajo el labio inferior.
¿Sigues ahí? Disculpa, creo que te has quedado dormida.
¡Uno de los beneficios de un buen Kobido! 
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